Cuál es el mejor estilo de liderazgo?

Recuerdo esa pregunta en una de las clases de Dirección Comercial y Marketing en la Fundació Emi. El profesor (un veterano de la gestión comercial) nos daba a escoger entre el estilo participativo, asambleario o vertical (el ordeno y mando de toda la vida).

Los debates fueron intensos, exponiendo pros y contras de cada estilo de liderazgo por parte de los alumnos, una mayoría se decantaba por los estilos más horizontales, argumentando las ventajas de la participación directa, de esta forma, se involucra mucho más a los miembros del equipo y suele traducirse en una mejora en los resultados.

El estilo vertical era tímidamente defendido por aquellos que seguramente habían tenido experiencias directas en la gestión de equipos y veían que la teoría no siempre se ajusta a la realidad, que en ocasiones había que marcar una autoridad clara o la «tropa» se iba por las ramas poniendo en riesgo los objetivos estratégicos.

Después del debate y expuestas las argumentaciones, la respuesta a la pregunta por parte del profesor fue: «ninguna… o todas, DEPENDE», ahí está la clave, depende ….del equipo que te toque gestionar. A menudo es lo que te encuentras, no lo que eliges.

El estilo a aplicar será el que resulte más adecuado al tipo de personas que toque dirigir. Si esas personas son pasivas y con poca iniciativa, el estilo sin duda, el vertical, hay que decirles claramente lo que tienen que hacer, cómo y cuando, de lo contrario se dispersan.

En cambio si las personas son proactivas, con iniciativa e inquietud por la mejora permanente, el estilo vertical será un desastre además de desaprovechar las aportaciones que pueden hacer a la estrategia.

Como en otros campos, la clave es escuchar, analizar y aplicar con inteligencia.

Este artículo fue originalmente publicado en i-koaching.com por el mismo autor.